Mantenerse en forma en verano
Estamos en mi época favorita: ¡el verano!
- Ventajas
La fruta de verano es maravillosa, el clima, la playa, la gran cantidad de horas de sol…Pero por el otro lado, ahí está la tentación: los bares, las cervecitas, terrazas…
Entonces, ¿cómo podemos compensar esta cantidad de salidas para comer y beber que suelen darse mucho más frecuentemente en esta época?
- Cosas a tener en cuenta
Lo primero de todo es aumentar la cantidad de frutas y verduras de temporada en nuestro día a día. Aprovecha que en esta época apetece mucho las cosas fresquitas: ensaladas, boles de verduras, legumbres en platos fríos, pipirranas, helados de frutas…
Una idea es hacerte una ensalada de garbanzos, con tomate, cebolla y pimiento picadito, y una lata de atún. Un plato completo y sano, además de muy apetecible en esta época.
Para los helados de frutas basta con congelar la fruta a tu elección (la mezcla fresas y piña es una locura), un chorrito de leche y batir con la batidora. Tan cremoso que ni lo vas a creer.
- Variedad y diversidad
La variedad de frutas es muy amplia en esta temporada. Asegúrate de tener siempre en la nevera algo preparado para comer: cerezas lavadas, sandía o melón ya picados, etc. Será muy sencillo abrir la nevera y elegir cualquiera de estas frutas fresquitas para cualquier momento del día.
La gama de ensaladas ya es infinita. Pero cuidado con el uso de salsas de bote, pueden arruinar todo tu progreso.
- ¡Aire libre!
Aprovecha para salir a pasear cuando empiece a refrescar el día.
Si tienes playa cerca…cuando vayas aprovecha a caminar por la orilla un buen rato. Es terapéutico, sano, refuerza tus pies y tus piernas. ¡Todo son ventajas!
Cuando sepas que vas a ir a cenar fuera o a tomar unos vinos o cerveza, intenta hacer el resto de las comidas lo más sanas posibles: trata de incluir muchas verduras, limitar el consumo de hidratos de carbono (pan, pasta, arroz…), aumenta el consumo de proteínas (pescado, huevo, carne) y trata de beber mucha agua.
- Muuucha agua.
En relación a este último punto, mantente muy hidratado en esta época del año especialmente. No esperes a sentir sed para beber (¡agua, por supuesto agua!). Evitará cualquier disgusto por deshidratación que puedas tener, te mantendrá más activo (cuando tu cuerpo necesita agua, baja tu nivel de actividad con idea de no seguir perdiendo esta agua corporal y provocar un fallo del organismo), además de que muchas veces confundimos la sensación de sed con la de hambre, con lo que evitará que comas sin que tu cuerpo lo necesite.
Con todos estos consejos, ¡solo nos queda disfrutar lo máximo de esta maravillosa época del año!