Ecológico y vegano

ecologico y vegano

Polémica servida: ecológico (o bio, que en España es lo mismo) y vegetariano o vegano… no es sinónimo de alimento/producto más saludable.

 

Vayamos por partes:

Alimentos ecológicos, qué son:

En tema medio ambiente, estamos de acuerdo que tiene múltiples beneficios. La mejora en el impacto medioambiental es claro y tangible.

 

Si un alimento tiene una etiqueta de «ecológico«, ¿qué va a significar? Para cumplir con los estándares establecidos por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), para que los alimentos se consideren orgánicos, deben cultivarse sin las siguientes condiciones: pesticidas, hormonas, antibióticos o abonos que se hayan elaborado con algún ingrediente sintético (pero no se suprimen todos ellos). 
 

En el aspecto nutricional, el aporte de este tipo alimentos es muy similar a los que se han cultivado de forma convencional. En los estudios realizados hasta el momento, no se han encontrado diferencias significativas entre aportes nutricionales de alimentos ecológicos, y alimentos que no lo son. Se determinan, por tanto, como incierto o dudoso el que posean (como es pensado en ocasiones), efectos tan beneficiosos en el consumo de  versiones ecológicas.

 

Sin ir más lejos piensa en una pizza ecológica de chorizo o salami. No por eso es más sano ni muchísimo menos que una pizza similar tradicional…

 

Alimentos vegetarianos, qué son

Los alimentos vegetarianos son aquellos que en su composición o elaboración no contienen ningún alimento de origen animal (ni carnes, pescado, lácteos o huevos).

La dieta vegana se compone únicamente de alimentos de origen vegetal.


Si no están bien planeadas, estas dietas pueden ser muy deficientes en nutrientes. Si están bien planificadas sí es verdad que puede suponer un descenso de peso, con lo que disminuirían todas las patologías asociadas (hipertensión, diabetes, bajan niveles de glucosa en sangre…).


Sin embargo, por ser catalogado con este nombre, el alimento o producto en cuestión no tiene por qué ser más sano. Imagina unas galletas veganas, o unas patatas fritas vegetarianas. La mayor parte de los ingredientes son no recomendables, con lo que en conjunto en sí los hace igual de malos que cualquier galleta o patatas de bolsa del mercado.


Porque siempre va a haber vegetarianos que consumen demasiados alimentos procesados ricos en azúcares, sodio, calorías o grasas poco saludables.

Lo que sí que tienen en común y es indiscutible, es la ayuda y el componente beneficioso, social o medioambiental. El seguir este tipo de ideologías o formas de elección de alimentos debe ser basado más bien en ese aspecto de ayuda al medioambiente y al planeta, a los seres vivos y la naturaleza, que meramente por estar más sano/a o nutrido/a.