En este caso no vamos a hablar de tema ingesta de agua de mar, que se ve que se está poniendo bastante de moda. Me tengo que informar para poder daros una información fiable acerca de este tema, la verdad…

Hablamos de mar, hablamos de playa. Patatas fritas y cerveza. Es más o menos lo primero o lo segundo que se nos vendría a la cabeza pero, ¿es que no hay más opciones?

Por supuesto, no voy a decirte que si tu frecuencia de acudir a la playa es esporádica, no te vayas a llevar exactamente lo que más te apetezca o lo que más cómodo sea para ti… si es patatas y ensalada de pasta (con mucha más pasta que ingredientes, como son las generalizadas) no vamos a poner problema alguno.

Pero… cierto también es que si vas a la playa todos los fines de semana o incluso más, lleves todos casi todos los días este tipo de “alimentos” poco recomendables.

Para ir con frecuencia y echar el día, deberíamos ser capaces de elegir opciones más adecuadas. Porque opciones hay miles. Y económicas, sanas y variadas.

¿Ponemos algunos ejemplos?

Pongamos que vamos a la playa desde por la mañana, vamos con niños y nos iremos tarde, después de comer y de merendar. Para el típico picoteo antes de comer podríamos poner algunos frutos secos tostados, pipas, bastones de verduras (pepino, zanahoria, pimiento…), tomates cherry, altramuces o cualquier otro encurtido (pepinillos, aceitunas, cebollitas, etc.).

Podemos acompañar el picoteo con alguna bebida light con gas (de naranja, cola…), gaseosa o una cervecita 0.0, un gazpacho…

A la hora de almorzar, que la playa da mucha hambre, podemos haber preparado alguna tortilla de patatas (con o sin cebolla, con o sin calabacín, todo vale), bocadillo de pan integral con relleno saludable (hummus o cualquier untable con base verduras o legumbres, jamón serrano, pavo/pollo con alto porcentaje de carne), una fajita rellena (por ejemplo de pollo desmechado y aguacate machacado, o de atún, maíz y zanahoria rallada), una ensalada de legumbres (¿por qué no? Así fresquita con garbanzos, remolacha y zanahoria a tiras, cebollita… lo que realmente se te ocurra).

De postre podemos poner fruta picada. La que más os guste o un remix de todo un poco, en plan macedonia. Que a esta hora aún estará fresquita metida en la nevera.

Para echar la tarde podemos llevarnos un café o té fríos. Podemos ir al chiringuito/kiosko que tengamos cerca (si lo hay) y comprar una bolsa de hielo para que sea una delicia absoluta. Cuando el hambre apriete de nuevo, podemos poner para merendar (no voy a decir más fruta, aunque sería una opción maravillosa) cosas como tortitas de maíz/arroz con crema de cacahuete (ya si va con plátano, la delicia personificada), barritas de proteínas o cereales (las saludables, las que no llevan la mitad de azúcar), frutos rojos, un pincho de tortilla (¡cómo me gusta la tortilla!)…